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Monday, May 1, 2017

AHH… LA DÉCADA DE  LOS 70 EN GUANTÁNAMO


    Fueron los días de gloria de nuestras vidas. Fue una década muy especial, sobre todo cuando estábamos en  el preuniversitario y nos agrupábamos en tribus. Estaban  las chicas católicas, blancas, lindas y formales. Eran las  de mejores calificaciones y eran  calladas y bien arregladas. Algunas su orgullo no les  permitía a los machos con los cojones bien puesto acercase a ellas. Algunas tenían novios de años superiores y tan altivos como ellas.
    Otra tribu eran las chicas del montón donde existían las negras, jabas y mulatas. Aquí había algunas con fama de putas y lesbianas. Esta tribu era la más grande, sacaban medianas calificaciones y era el  grupo que organizaba las  fiestas privadas los sábados en la noche y que vestían a la  moda. Era la época de los peinados spell droons, en los varones sus cabezas parecían pelotas y con sus pantalones campanas y las camisas ajustadas parecían  salidos de la tapa de un vinilo.
    Pero los que  nos sentíamos verdaderamente como Dioses éramos los que escuchábamos AFRTS, la emisora de la base naval americana que  se escuchaba perfectamente en todo Guantánamo y que ponía el Hit Parade los  domingos y todos los días música actualizada. Siempre había alguien que grababa esa música americana que nos volvia locos. También estaba la televisión americana que se  veía nebulosa pero nos permitía ver el programa de baile Soul Train  que nos enseñaba el estilo que esos tiempos se bailaba en EE.UU.
    Siempre alguien traía alguna bebida para alegrar el ambiente. Empezaba la música Disco y nuestra juventud, nuestra ansia de vivir, nuestra despreocupación, nos hacía girar y girar como si fuéramos los dueños del mundo.
    La década de los 70  en Guantánamo era única en toda la isla de Cuba.

 I know is only rock’n’roll but I  like IT, esa canción  de los STONE estará en mis recuerdos  de adolescente cuando nos creíamos los dueños del mundo y nuestra ingenuidad sin saber que nuestras vidas cambiaría para siempre y nos desperdigaríamos por el mundo.