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Sunday, September 6, 2020

LOS POBRES Y LOS RICOS POBRES

 

BECQUER Tal vez muy pronto tendré que hacer la maleta para el gran viaje. De una hora a otra puede desligarse el espíritu de la materia para remontarse a regiones más puras. No quiero, cuando esto suceda, llevar conmigo, como el abigarrado equipaje de un saltimbanqui, el tesoro de oropeles y guiñapos que ha ido acumulando la fantasía en los desvanes del cerebro. Gustavo Adolfo Bécquer----------- Perhaps very soon I will have to pack for the big trip. From one hour to the next the spirit can be separated from matter to go back to purer regions. I do not want, when this happens, to carry with me, like the motley luggage of a mountebank, the treasure of tinsel and shreds that fantasy has accumulated in the attics of the brain. Gustavo Adolfo Becquer

Introducción al libro “Rimas y leyendas”
[Cuento - Texto completo.] Gustavo Adolfo Bécquer
Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo.
Fecunda, como el lecho de amor de la miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma.
Y aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una eterna incubación dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a la superficie y convertirse, al beso del sol, en flores y frutos.
Conmigo van, destinados a morir conmigo, sin que de ellos quede otro rastro que el que deja un sueño de la media noche, que a la mañana no puede recordarse. En algunas ocasiones, y ante esta idea terrible, se subleva en ellos el instinto de la vida, y agitándose en formidable aunque silencioso tumulto, buscan en tropel por dónde salir a la luz, de entre las tinieblas en que viven. Pero, ¡ay!, que entre el mundo de la idea y el de la forma existe un abismo que sólo puede salvar la palabra, y la palabra, tímida y perezosa, se niega a secundar sus esfuerzos. Mudos, sombríos e impotentes, después de la inútil lucha vuelven a caer en su antiguo marasmo. ¡Tal caen inertes en los surcos de las sendas, si cesa el viento, las hojas amarillas que levantó el remolino!
Estas sediciones de los rebeldes hijos de la imaginación explican algunas de mis fiebres: ellas son la causa, desconocida para la ciencia, de mis exaltaciones y mis abatimientos. Y así, aunque mal, vengo viviendo hasta aquí paseando por entre la indiferente multitud esta silenciosa tempestad de mi cabeza. Así vengo viviendo; pero todas las cosas tienen un término, y a éstas hay que ponerles punto.
El insomnio y la fantasía siguen y siguen procreando en monstruoso maridaje. Sus creaciones, apretadas ya como las raquíticas plantas de un vivero, pugnan por dilatar su fantástica existencia disputándose los átomos de la memoria, como el escaso jugo de una tierra estéril. Necesario es abrir paso a las aguas profundas, que acabarán por romper el dique, diariamente aumentadas por un manantial vivo.
¡Andad, pues! Andad y vivid con la única vida que puedo daros. Mi inteligencia os nutrirá lo suficiente para que seáis palpables; os vestirá, aunque sea de harapos, lo bastante para que no avergüence vuestra desnudez. Yo quisiera forjar para cada uno de vosotros una maravillosa estrofa tejida con frases exquisitas, en la que os pudierais envolver con orgullo como en un manto de púrpura. Yo quisiera poder cincelar la forma que ha de conteneros, como se cincela el vaso de oro que ha de guardar un preciado perfume. Mas es imposible.
No obstante, necesito descansar; necesito, del mismo modo que se sangra el cuerpo por cuyas henchidas venas se precipita la sangre con pletórico empuje, desahogar el cerebro, insuficiente a contener tantos absurdos.
Quedad, pues, consignados aquí como la estela nebulosa que señala el paso de un desconocido cometa, como los átomos dispersos de un mundo en embrión que avienta por el aire la muerte antes que su creador haya podido pronunciar el fiat lux que separa la claridad de las sombras.
No quiero que en mis noches sin sueño volváis a pasar por delante de mis ojos en extravagante procesión pidiéndome, con gestos y contorsiones, que os saque a la vida de la realidad, del limbo en que vivís, semejantes a fantasmas sin consistencia. No quiero que al romperse este arpa, vieja y cascada ya, se pierdan, a la vez que el instrumento, las ignoradas notas que contenía. Deseo ocuparme un poco del mundo que me rodea, pudiendo, una vez vacío, apartar los ojos de este otro mundo que llevo dentro de la cabeza. El sentido común, que es la barrera de los sueños, comienza a flaquear, y las gentes de diversos campos se mezclan y confunden. Me cuesta trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me han sucedido. Mis afectos se reparten entre fantasmas de la imaginación y personajes reales. Mi memoria clasifica, revueltos, nombres y fechas de mujeres y días que han muerto o han pasado, con los días y mujeres que no han existido sino en mi mente. Preciso es acabar arrojándoos de la cabeza de una vez para siempre.
Si morir es dormir, quiero dormir en paz en la noche de la muerte, sin que vengáis a ser mi pesadilla maldiciéndome por haberos condenado a la nada antes de haber nacido. Id, pues, al mundo a cuyo contacto fuisteis engendrados, y quedad en él como el eco que encontraron en un alma que pasó por la tierra sus alegrías y sus dolores, sus esperanzas y sus luchas.
Tal vez muy pronto tendré que hacer la maleta para el gran viaje. De una hora a otra puede desligarse el espíritu de la materia para remontarse a regiones más puras. No quiero, cuando esto suceda, llevar conmigo, como el abigarrado equipaje de un saltimbanqui, el tesoro de oropeles y guiñapos que ha ido acumulando la fantasía en los desvanes del cerebro.
Gustavo Adolfo Bécquer
Junio de 1868
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JEAN PAUL SARTRE «Existir es estar ahí, simplemente; los existentes aparecen, se dejan encontrar, pero nunca es posible deducirlos». Jean-Paul Sartre | La náusea «To exist is to be there, simply; existing ones appear, they can be found, but it is never possible to deduce them ». Jean-Paul Sartre | Nausea


«Existir es estar ahí, simplemente; los existentes aparecen, se dejan encontrar, pero nunca es posible deducirlos».
Jean-Paul Sartre | La náusea..

«To exist is to be there, simply; existing ones appear, they can be found, but it is never possible to deduce them ».
Jean-Paul Sartre | Nausea

SATURDAY, SEPTEMBER 5, 2020

LOS POBRES Y LOS POBRES RICOS THE POOR AND THE RICH POOR

 




  

THE POOR AND THE RICH POOR

Hace pocos días en la playa vi en la arena jugar a una familia de pobres al fútbol, hasta la madre jugaba, y parecían tan felices que las millonarias argentinas y brasileñas tras sus gafas tornasol los miraban con envidia. No querían tener hijos para no deformar sus cuerpos.
DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ
CUBANO URUGUAYO,GENIO


CON LA RELIGION AL SPIEDO,EL ATEISMO IMPUESTO empezó el Comunismo y solo quedaron las misas o Bembés, y Changó, Ochun y todos los Orichas juntos. Al lado de mi casa vivían unos blancos- todavía nos llamábamos entre nos gusanos blancos, no por el color de la piel sino porque le temíamos al comunismo. Cuando yo escuchaba el toque de los bongóes me deslizaba ................ WITH THE RELIGION TO THE SPIEDO, THE ATHEISM IMPOSED Communism began and only the masses or Bembés remained, and Changó, Ochun and all the Orishas together. Some white people lived next to my house - we still called each other white worms, not because of the color of our skin but because we were afraid of communism. When I listened to the play of the bongoes I slid


...
   En Cuba la dictadura castrista arrasó con todo. Primero

exilió a los Reyes Magos, la Navidad –eran tan lindas con

todo eso de los camellos trayendo regalos, los villancicos y

los caramelos que aún les echamos de menos- y a casi

todos los curas. Ni los Mormones- que parecen estar en

todas partes- pudieron penetrar aquella muralla de ateísmo

instituido por el estado. Las iglesias parecían centros de

reuniones de ancianos que ya no podían emigrar y se

consolaban con sus rosarios
   Castro adoraba los  cohetes- tenía un juego en

miniatura y soñaba con lanzarlos a todo país que no fuera

como él quería. Hasta le pidió a la Unión Soviética un

regalo especial: todo un arsenal de armas atómicas

capaces de quemarle el culo hasta los aleutianos de

Alaska, furioso el tipo, Ahh. Pero Kennedy y Kruchov

llegaron a un acuerdo y retiraron las bombas nucleares,

para decepción de Castro que las quería cerquitas, bien

cerquitas.
   Y empezó el Comunismo y solo quedaron las misas o

Bembés, y Changó, Ochun y todos los  Orichas juntos. Al

lado de mi casa vivían unos blancos- todavía nos

llamábamos entre nos gusanos blancos, no por el color de

la piel sino porque  le temíamos al comunismo. Cuando yo

escuchaba  el toque  de los bongóes me deslizaba por la

terraza de nuestro garaje para presenciar de primera mano

algún exorcismo o una limpieza de cuerpo entero que  se

hacía a golpes de gajos y  resoplando alcohol y tabaco por

la sacerdotisa- que era una vieja blanca experta  en

invocar toda una  cohorte de demonios a los cuales yo les

pedía que no me hicieran daño ni a mí ni a mi familia.

   Después la hija mayor, la nieta de la Babalao, se

enamoró de un oficial del Ministerio del Interior, entonces

se convirtieron en gusanos verde olivo y clausuraron el

bembé que amenizaba nuestras noches de aburrimiento y

llenaba nuestros  sueños de demonios de toda índole.

Hasta ahí duro la amistad entre las dos familias: los

gusanos blancos, nosotros, que esperábamos emigrar y los

gusanos verde olivo, porque comunistas no eran, simple

apariencia. Al punto estaban nuestras relaciones que unas

matas de jugosos mangos y  de tiernos anones manteca

de su patio se desperdigaba por la azotea  de nuestro

garaje y nosotros, temblando de tentación, no nos

atrevíamos tocarlos. Esfuerzo de niños ingenuos hasta que

la política que implantó Castro nos dividió.


Labels: #bembé, #castro, #cuba, #muerte, #sacerdotiza
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--Etiquetas: ceniza, cremacion, cuba, cubano,

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santiago, transporte, tumba
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WITH THE RELIGION TO THE SPIEDO, THE ATHEISM IMPOSED Communism began and only the masses or Bembés remained, and Changó, Ochun and all the Orishas together.OSHUN SHANGO ORISHA. Some white people lived next to my house - we still called each other white worms, not because of the color of our skin but because we were afraid of communism. When I listened to the play of the bongoes I slid

LOS HOMBRES NO LLORAN por una uña perdida, le hacen poemas.Buda no lo dijo.Men don't cry over a lost nail, they make poems to it. Buddha didn't say.


  Pero volviendo a mi uña del dedo gordo del pie, que sin rechistar se desprendió en una noche de primavera dejando el lecho ungueal en carne viva. Pero no me quejo. Los hombres no lloran por una uña perdida, le hacen poemas.
  Yo recogí la uña. Grande y con signos de trofismo, la coloque en una copa al lado de la televisor para acordarme después, cuál fue la primera parte de mi cuerpo que se alejó y me dejo solo, como las uñas de Buda que dicen que le crecieron como garras, pues nadie se las cortaba, no deseaba nada del mundo.     

                                                    Dr       Orlando Vicente Álvarez
cubano uruguayo
genio


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mas en 

https://www.amazon.es/Libros-Orlando-Alvarez/s?ie=UTF8&page=1&rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AOrlando%20Alvarez


FRIDAY, SEPTEMBER 4, 2020

LOS PACIENTES SABEN DE QUE ESTAN ENFERMOS PATIENTS KNOW THEY ARE SICK.






Días atrás, en la consulta, mientras esperaba mi turno, muchas ancianas y ancianos sostenían esta conversación:
   -Pues yo tengo una cardiopatía grado III y tomo tales medicamentos….
      Y un anciano continúo:
  -Pues yo estoy peor. Tengo atrofia de la cabeza del fémur y me preparan para una prótesis-
  Y salto otra mujer que no quería quedarse atrás.
   -Yo Tengo hipotiroidismo, edemas en las piernas y obesidad. No sé qué van a hacer conmigo.
    -¿Y usted Señor?- esta pregunta era dirigida a mí.
    -Pues a mí una jinetera cubana me pego una gonorrea de la que no hay antibiótico que me salve.
    Y me puse de pie. Y Salí al jardín del nosocomio. No aguantaba más esas enfermedades que la gente competía cual era la más grave que tenían.  Necesitaban ver un ataúd para hacerlas entrar en razón.
  Ya en el portal del nosocomio el guarda, que ya me conocía, me dijo:
  _Señor. Ya se puso la Insulina.
   -SI. Y estoy muy grave. Me la pusieron intravenosa.
  - Ah. Entonces está en buenas manos.
   Me fui casi loco de allí. Me sentía ya cadáver.
   _ Eso que tenés es Neuropatía Diabética.- Dijo la doctora.
      Esa manía de los médicos de ponerle nombre a enfermedades por doquier. Nombres extraños que hasta el pueblo simple ya conoce: enfermedad de Crohn, Sinapsis Postraumática, etc.
  Por eso los pacientes dominan ya sus patologías aunque no sepan bien a qué se deben. Y el efecto placebo está en buenas manos aunque los médicos hacen como que saben y saben muy poco.

DR ORLANDO VICENTE ALVAREZ{CUBANO URUGUAYO
GENIO

ME GUSTAN LAS CAUSAS PERDIDAS .CAMUS.SISIFO


«Consciente de que no puedo separarme de mi tiempo, he decidido formar cuerpo con él. Por eso hago tanto caso al enemigo, porque me parece irrisorio y humillado. Sabedor de que no hay causas victoriosas; me gustan las causas perdidas: éstas exigen un alma entera, tanto en su derrota como en sus victorias pasajeras. Para quien se siente solidario del destino del mundo, el choque de las civilizaciones tiene algo de angustioso. Yo he hecho mía esa angustia al mismo tiempo que he querido jugar con ella mi partida. Entre la historia y lo eterno, elegí la historia porque me gustan las certezas. De ella por lo menos estoy seguro, y ¿cómo negar esa fuerza que me aplasta?»
Albert Camus • El mito de Sísifo
La imagen puede contener: texto que dice "«Sabedor de que no hay causas victoriosas, me gustan las causas perdidas: éstas exigen un alma entera, tanto en su derrota como en sus victorias pasajeras». Albert Camus El mito de Sísifo @LA.ESCRITURA.ES.CULTURA"
Adriana Dell Acqua Yorado y 4.2 mil personas más
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