RESPIRAR,PARA NO MORIR.INUTILIDAD,ARTHUR SCHOPENHAUER
Cada soplo de aire que inhalamos, impide que nos llegue la muerte que constantemente nos acecha. Sin embargo, la muerte debe triunfar pues desde el nacimiento se ha convertido en nuestro destino y solo juega un poco con su presa antes de devorarsela.
—Arthur Schopenhauer
.....LAURA L.JUNTO AL GANGES EN INDIA
EL amor nunca muere, y si muere, no merece que ser recordado. Decir yo amé, es decir que nunca has amado. Alejandra Pizarnik - Caminos del espejo amor nunca muere, y si muere, no merece ser recordado. Decir yo amé, es decir que nunca has amado. Alejandra Pizarnik - Caminos del espejo Posted by musica y danza at 8:15 AM No comments: Email This BlogThis! Share to Twitter Share to Facebook Share to Pinterest Labels:
ELamor nunca muere, es decir que nunca has amado. Alejandra Pizarnik - Caminos del espejo,
no merece que ser recordado. Decir yo amé, y si muere
EL amor nunca muere, y si muere, no merece que ser recordado. Decir yo amé, es decir que nunca has amado. Alejandra Pizarnik - Caminos del espejo
amor nunca muere, y si muere, no merece ser recordado. Decir yo amé, es decir que nunca has amado.
Alejandra Pizarnik - Caminos del espejo
SATURDAY, AUGUST 15, 2020
FRIDAY, AUGUST 14, 2020
NOS VEMOS EN EL OTRO LADO.DEAR FRIEND NEVER FORGET YOU YOU WERE AND ARE MY BEST FRIEND AND MAYBE MY ONLY FRIEND. THAT'S WHY YOU DO NOT LEAVE. NOT IN A YEAR, NOT IN MY LIFE. I HUG YOU. AND I ASK GOD TO HAVE YOU IN HIS DIMENSION IN PEACE, GLORY AND JOY. YOU NEEDED THE JOY AFTER THE SUFFERING. YOU ARE A MAN OF WELL- Legazcue Leon August 2020, uruguay
QUERIDO AMIGO
NUNCA TE OLVIDARE
FUISTE Y ERES MI MEJOR AMIGO Y QUIZA MI UNICO AMIGO.
POR ESO NO TE VAS .
NI EN UN AÑO NI EN MI VIDA.
TE ABRAZO.
Y PIDO A DIOS TE TENGA EN SU DIMENSION EN PAZ,GLORIA Y ALEGRIA.
NECESITABAS LA ALEGRIA DESPUES DEL SUFRIMIENTO.
ERES UN HOMBRE DE BIEN-
Legazcue Leon.agosto 2020,uruguay
NUNCA TE OLVIDARE
FUISTE Y ERES MI MEJOR AMIGO Y QUIZA MI UNICO AMIGO.
POR ESO NO TE VAS .
NI EN UN AÑO NI EN MI VIDA.
TE ABRAZO.
Y PIDO A DIOS TE TENGA EN SU DIMENSION EN PAZ,GLORIA Y ALEGRIA.
NECESITABAS LA ALEGRIA DESPUES DEL SUFRIMIENTO.
ERES UN HOMBRE DE BIEN-
Legazcue Leon.agosto 2020,uruguay
DEMASIADO FUERTE ,SIN PALABRAS
Uno no sobrevivió al otro, tanto amor se tenían que no se imaginaban vivir como unos ancianos viudos en la soledad de sus recuerdos.
““Baby if you need me call me no matter where you are,
No matter how far;
Just call my name; I'll be there in a hurry;
You don't have to worry,
'Cause baby there ain't no mountain high enough,
Ain't no valley low enough,
Ain't no river wide enough
To keep me from getting to you babe. I'll be there when you want me,
Some way, some how.
'Cause baby there ain't no mountain high enough,
Ain't no valley low enough,
Ain't no river wide enough
To keep me from getting to you babe.
My love is alive
Way down in my heart
Although we are miles apart”
"Cariño, si me necesitas, llámame sin importar dónde estés.
No importa lo lejos.
Solo di mi nombre.
Estaré allí a toda prisa.
No tienes que preocuparte Porque no hat una montaña lo suficientemente alta.
No hay valle lo suficientemente bajo.
No hay un río lo suficientemente ancho.
Para evitar que te toque, nena.
Estaré allí cuando me quieras.
De alguna manera, .Porque bebé no hay una montaña lo suficientemente alta.
No hay valle lo suficientemente bajo.
No hay un río lo suficientemente ancho Para evitar que te toque, nena.
Mi amor esta vivo.
Camino hacia abajo en mi corazon.
Aunque estamos a kilómetros de distancia "
Orlando Vicente Álvarez
El hombre que ríe J. D. Salinger People say that life is the thing, but I prefer reading. Todas las tardes, cuando oscurecía lo suficiente como
El hombre que ríe
J. D. Salinger
People say that life is the thing, but I prefer reading.
Todas las tardes, cuando oscurecía lo suficiente como para que el equipo perdedor tuviera una excusa para justificar sus malas jugadas, los comanches nos refugiábamos egoístamente en el talento del jefe para contar cuentos. A esa hora formábamos, generalmente, un grupo acalorado e irritable, y nos peleábamos en el autobús –a puñetazos o gritos estridentes– por los asientos más cercanos al jefe. (El autobús tenía dos filas paralelas de asientos de esterilla. En la fila de la izquierda habían tres asientos adicionales –los mejores de todos– que llegaban hasta la altura del conductor.) El jefe sólo subía al autobús cuando nos habíamos acomodado. A continuación se sentaba a horcajadas en su asiento de conductor, y con voz de tenor atiplada pero melodiosa, nos contaba un nuevo episodio de “El hombre que ríe”. Una vez que empezaba su relato, nuestro interés jamás decaía. “El hombre que ríe” era la historia adecuada para un comanche. Hasta había alcanzado dimensiones clásicas. Era un cuento que tendía a desparramarse por todos lados, aunque seguía siendo esencialmente portátil. Uno siempre podía llevárselo a casa y meditar sobre él, mientras estaba sentado por ejemplo, en el agua de la bañera que se iba escurriendo.
Único hijo de un acaudalado matrimonio de misioneros, el “hombre que ríe” fue raptado en su infancia por unos bandidos chinos. Cuando el acaudalado matrimonio se negó (debido a sus convicciones religiosas) a pagar el rescate para la liberación de su hijo, los bandidos, considerablemente agraviados, pusieron la cabecita del niño en un torno de carpintero y dieron varias vueltas hacia la derecha a la manivela correspondiente. La víctima de este singular experimento llegó a la mayoría de edad con la cabeza pelada, en forma de nuez (pacana) y con la cara donde, en vez de boca, exhibía una enorme cavidad ovalada debajo de la nariz. La misma nariz se limitaba a dos fosas nasales obstruidas por la carne. En consecuencia, cuando el “hombre que ríe” respiraba, la abominable, siniestra abertura debajo de la nariz se dilataba y contraía (yo lo veía así) como una monstruosa ventosa. (El jefe no explicaba el sistema de respiración del “hombre que ríe”, sino que lo demostraba prácticamente.) Los que lo veían por primera vez se desmayaban instantáneamente ante el aspecto de su horrible rostro. Los conocidos le daban la espalda. Curiosamente, los bandidos le permitían estar en su cuartel general, siempre que se tapara la cara con una máscara roja hecha de pétalos de amapolas. La máscara no solamente eximía a los bandidos de contemplar la cara de su hijo adoptivo, sino que además los mantenía al tanto de sus andanzas; además, apestaba a opio.